ACTUALIZACI�N DE LA PETICI�N

Victòria: hem arribat a un acord amb Zuric

Maite Prim Terrassa, Barcelona, Espa�a

5 DE DIC. DE 2016 ?�Hola a todos,

Queremos haceros participes que gracias a vuestro apoyo en Change.org, as� como a las diligentes gestiones de el nostre advocat, Borja Masramon, hem arribat a un acord amb ZURICH.

Tambi�n queremos deciros que la pediatra a fecha de hoy ya no ejerce como tal.

Mai no podrem oblidar que sense vosaltres no hagués estat possible.

MOLTES GRÀCIES!!!!

Fam�lia Mara��n-Prim

Nuestra hija se llama Marta. Tiene 19 a�os, es valiente, buena y tiene mucho sentido del humor.

Hace ya 7 a�os, la llevamos a nuestra pediatra de la Seguridad Social porque ten�a problemas que a nuestro entender no eran normales, pero nuestra doctora siempre nos coment� que no nos preocup�ramos y nosotros confiamos plenamente en ella. Era la nostra Doctora, vam considerar que era una bona professional i hi vam dipositar tota la nostra confiança.

Confiamos en ella cuando empezaron los v�mitos y los dolores de cabeza habituales. Confiamos en ella cuando empezaron las migra�as y los mareos, su explicaci�n fue que las migra�as eran hereditarias porque yo tambi�n las sufr�a. Incluso confiamos en ella cuando nuestra hija empez� a hablar y caminar de una forma extra�a. Cada s�ntoma se transformaba en una visita a la pediatra.

En las notas oficiales la doctora escribe ?viene la madre y tiene miedo de que su hija tenga una enfermedad neurol�gica?. Me trataba como una madre hist�rica, me dec�a que aceptara que mi hija era torpe y como soluci�n al problema me dec�a que hiciera Hip-hop. Se empe�� en hacer ex�menes neurol�gicos con simples pruebas como tocarse la nariz. Posteriormente me he enterado que esos ex�menes no son efectivos para todos los tumores, sino para unos muy concretos, lo que evidentemente es una gran negligencia por no enviar a una ni�a a un especialista o no encargar una resonancia magn�tica.

El caso es que mi hija ten�a un tumor benigno, que ha ido creciendo y destrozando su cerebro. Nosotros vamos a pensar siempre que cometimos un gran crimen, fiarnos de la doctora?

En la actualidad mi hija tiene todo tipo de problemas muy graves, el primero es que se ha quedado en una silla de ruedas, no puede casi hablar, le han tenido que operar ya no sabemos cu�ntas veces y ahora tiene una minusval�a del 76%, una par�lisis facial derecha irrecuperable, una gran p�rdida auditiva, visi�n doble y un largo etc. de problemas de salud derivados de este tumor.

Per tot això vam decidir denunciar davant del Jutjat Penal.

El m�dico forense del propio Juzgado de Terrassa (Barcelona) escribi� que est�bamos ante una clara negligencia m�dica; el Fiscal tambi�n afirma que es una clara negligencia m�dica y le pide 3 a�os de c�rcel a la doctora.

Nosotros pens�bamos que no ser�a necesario llegar a juicio. Que si todos los agentes de la administraci�n nos daban la raz�n, pues ellos no tienen ning�n tipo de inter�s, Zurich, la aseguradora que cubr�a a la doctora en el ejercicio de su profesi�n, acceder�a a pagar la indemnizaci�n, con la que podr�amos darle a nuestra hija todos los cuidados que necesita.

Però no, parece que la compa��a de Seguros Zurich (Zurich Insurance) no quiere pagar, ni tan siquiera hablar con nosotros. Repito, no quieren ni siquiera hablar con nosotros para tratar de buscar una soluci�n que pueda aliviar la situaci�n de Marta y la de nuestra familia.

El tiempo corre en contra de Marta, mi hija se va consumiendo y necesitamos el dinero para tener acceso a otros tratamientos. La pregunta que nos hacemos es: �Por qu� Zurich no paga si es su obligaci�n? �Para qu� sirve un seguro si hay que esperar a�os para recibir una indemnizaci�n que a lo mejor no llega a tiempo?

Esperamos que una vez su caso sea conocido y la gente descubra c�mo se comporta Zurich Seguros ante un problema como el de mi hija, quiz�s cambie de opini�n.

Necesitamos vuestro apoyo para ejercer presi�n a Zurich Seguros (Zurich Insurance) y sobre el Servei Catal� de la Salut, para que no bloqueen m�s tiempo el caso de Marta. Que dejen de vernos como un gasto en su abultada cuenta de beneficios conseguida gracias al cobro de todas nuestras p�lizas y accedan, como m�nimo, a reunirse con nosotros.